sábado, 16 de febrero de 2008

El cuento

¡Hola una vez más!

En esta nueva entrada quería resaltar y además aportar la ayuda de los cuentos con fines didácticos. ¿A cuál de nosotros, cuando éramos pequeños, no les han contado un cuento? Pues bueno eso quiero hacer yo por si el día de mañana os sirve con algún caso conflictivo. En las charlas en los cursos de la E.S.O yo utilicé uno muy bonito sobre un rey y a los niños, en general, creo que les gustó. Acabando de resaltar el poder de los cuentos, ahora quiero aportar escribiendo un relato sobre la busqueda de la paz. Los escribiré en dos partes. Sin más dilación empiezo.


Había una vez dos madres que vivían pared con pared. Las dos estaban casadas, pero sus maridos no solían estar en casa mucho tiempo ya que tenían un trabajo que les hacia viajar muchísimo. Ellas también solían viajar, ya que su trabajo era el mismo que el de sus maridos, pero al tener hijos tuvieron que mantenerse en casa a cuidar a los críos. Cuando los chicos fueron creciendo las madres se fueron, poco a poco, a trabajar cada vez más. Cuando se iban dejaban a los chicos con un canguro que les cuidaba.

Los padres y madres de los chicos no estaban demasiado tiempo en casa pero cuando llegaban traían muchos regalos de los que sitios a los que iban. A medida que pasaban los años, los chicos se convirtieron en buenos estudiantes y en buenos atletas, ya que desde pequeño se les llevaba a clases y a practicar deporte para su evolución mental y física, pero tenían un problema. Estos chicos eran los típicos abusones de pandilla que junto a unos pocos ponían bajo su yugo a otras chicas y chicos que tenían problemas con el estudio o con su físico.

Los profesores de estos chicos les informaron a los padres de esta situación y los padres de uno de ellos, preocupados por sus actos, empezaron a hablar con él para poder paliar esta actitud. Se reunieron en un parque y ahondaron en el problema y descubrieron que, a pesar de los logros conseguidos con su estudio y su deporte, no era feliz; quería llamar su atención. Los padres le empezaron a aconsejar sobre esa actitud, le pusieron un ejemplo de un crio que pasaba por delante de ellos en ese momento:

- -Mira a ese niño, ¿ves el silbato que tiene en la mano?, ¿ves que feliz es con él?
- Pues a ti te pasa algo parecido, lo tienes todo, pero todo vamos.
-Si pero...
- ¿Bueno entonces que quieres para ser feliz si lo tienes todo?
-Te compraremos un nuevo ordenador
-Y también una nueva videoconsola, veras como estás más alegre entonces.
-Pero...
-Bueno venga vámonos que tenemos mucho trabajo para mañana.
-Si vámonos.

El chico siguió comportándose mal para llamar su atención pero los padres ante esto le seguían comprando más y más cosas. El chico estaba descontrolado. A la mañana siguiente lo pagaría con el primero que viera.

En cambio los padres del otro chico le sentaron en el sillón de su casa y empezaron a hablar con él y a reñirle. Le dijeron cosas muy duras y el chico acostumbrado a elogios y a premios se vio desbordado en lágrimas. Los padres al ver esto intentaron excusarse explicando el motivo de su bronca hacia él, le explicaron que estaban bastante enfadados por su comportamiento. Al igual que el hijo, ellos también estaban acostumbrados a buenas palabras y no consentían nada actitudes que no fueran excelentes. El hijo se marchó a su cuarto y empezó a llorar desconsoladamente; los padres creyeron mejor dejarle que se desahogara de esa forma y así le dejaron.

El chico estaba muy enfadado y lo pago con el primero que vio en el colegio.

Los dos chicos se encontraron y se pegaron hasta hartarse. Quedaron muy magullados, fueron expulsados y además sus padres les castigaron.

Ahora hago una pregunta: ¿Qué hicieron mal los críos?

Ahí lo dejo para que cada uno saque sus conclusiones.


José Antonio Cabrera Oliva 2º Bach

1 comentario:

MEDIADORES dijo...

Como siempre ante una cuestión, estoy yo la primera buscando respuestas.

>¿Qué hicieron mal los niños?

Bueno, más que los niños, el error fue primeramente de los padres. Todos necesitamos atención, cariño, una educación, enseñanza de valores etc...
Los padres de estos, se olvidaron totalmente de estas labores como educadores que eran, y se dedicaron solo a lo material, cosa que hoy en día se ve cada vez más. El reflejo está en los mismos críos, los jóvenes de hoy en día, que no SABEN de absolutamente nada, no ven lo que les rodea, no tienen conocimientos ni educación, y sobre todo, valores como por ejemplo, EL RESPETO HACIA LAS PERSONAS MAYORES son cosas que si echamos un vistazo atrás, se están desintegrando.(Y con todo esto, yo también creo que la Sociedad actual tiene muchísima influencia).

Pues bien,por su parte, los hijos, como personas que son, necesitaban atención, afecto, cariño etc...Ellos encontraron esa forma de descargar su rabia, su dolor, su violencia (porque todos llevamos violencia dentro).Tal vez no fuera la correcta, pero...¿Tuvieron a alguien que, desde que nacieron les enseñó que esa forma no era correcta?
Me extraña un poco que esa misma falta de atención no les hiciera dejar de estudiar, ya que si los padres quieren educación para ellos, y los niños desean atención, podrían haber empezado a sacar malas notas,¿no? Sería otra forma de llamar la atención. Y, en el caso de que los niños, tuvieran la suficiente madurez para pensar que no les conviene dejar de estudiar para llamar la atención, y de que hay otras formas de hacerse escuchar. ¿Porqué pues, recurrieron a la violencia?
Está visto que la gran mayoría de los alumnos agresivos y que no les va bien en los estudios tienen muchos más problemas que los buenos estudiantes.
Descarto pues lo de maduros.

Las dos formas de reaccionar de los padres son distintas, pero incorrectas.
La primera, sólo se centra en lo material, son padres que, por lo que se ve, no tienen ni idea que, para ser feliz, no basta sólo el dinero.
La segunda, es típica de padres que, al ver malos comportamientos, riñen de una forma desmesurada, sin darse cuenta de que hay que tener control, haciendole ver su parte de comportamiento mala y buena, y razonar porqué la mala está mal, y porqué debería de no hacerla.

El cuento no está mal, pero me parece que las piezas del puzzle no terminan de encajar y que debería de haberse trabajado más. Aún así no saco conclusiones y estoy deseando llegar al fondo de la cuestión.

Un abrazo:

Traiana.